Originalmente llamado el Asilo de Atenas para enfermos mentales, abrió sus puertas un 9 de enero de 1874, después de seis años de obras, en los terrenos que el gobierno estatal había comprado a la familia Coates. Constaba de grandiosos edificios rodeados de jardines con majestuosos parques, estanques y fuentes. La teoría era que la salud de los pacientes podría mejorar, si estaban rodeados de un bello escenario
Durante su funcionamiento, el hospital proporcionaba servicios a una gran variedad de pacientes, incluyendo los veteranos de la Guerra Civil, los niños, y criminales violentos que sufrían de diferentes discapacidades mentales.
El edificio Atenas constaba de 544 habitaciones para los pacientes.
En Atenas, como en todas partes, era común debido a la popularidad de estos asilos, que las familias abandonaran a los ancianos en éstos cuando ya no podían darse el lujo de cuidar de ellos. También solían acudir padres con adolescentes conflictivos a los que dejaban allí para corregir su carácter, personas sin hogar que utilizaban el asilo como refugio temporal.
En el año 1900, la población del Asilo de Atenas, se disparó de 200 a casi 2.000 pacientes. El hacinamiento llevó a la distribución de las habitaciones de los pacientes y una disminución severa en la calidad del tratamiento administrado, por un personal que apenas había aumentado desde 1874. Una enfermera era a veces responsable de hasta 50 pacientes, que solían dormir en literas en habitaciones que antes eran de una sola persona.
Personal del asilo en del turno de día en 1873
La crueldad de las prácticas a los pacientes comienza,los más terribles tratamientos se daban a estos pacientes. Eran sumergidos en agua helada durante largos períodos de tiempo en donde se les administraban descargas eléctricas. También se les practicaban lobotomías en donde los pacientes aparecían con el cráneo abierto y sus vías neuronales separadas a la mitad del cerebro.
Lo último en tratamientos, fue la lobotomía trans-orbital desarrollada por el Dr. Walter J. Freeman en la década de 1950, la cual se convertiría en "la última moda" en los años 60.
Esta práctica consistía en que través del conducto lagrimal, el Dr. Freeman insertaba un punzón de fino metal con ayuda de un martillo para romper los receptores neuronales en el cerebro. El paciente solía tener unos efectos secundarios horribles, a veces quedaba en estado catatónico y en el mejor de los casos moría.
El DOCTOR FREEMAN, AUTOR DE LA LOBOTOMÍA TRANS-ORBITAL
FREEMAN REALIZANDO UNA LOBOTOMÍA TRANS-ORBITAL A UN PACIENTE
ESTADO DEL PACIENTE TRAS LA PRÁCTICA DEL DR. FREEMAN
Así es que, después de estas terrribles prácticas, algunos pacientes tallaban mensajes en los marcos de las ventanas, dejando una palabra o frase anónima como la que todavía se puede leer y que dice: “Nunca estuve loco”.
El 1 de diciembre de 1978, una paciente llamada Margaret Schilling escapa de una de las salas de terapia. El 12 de enero de 1979, un mes y medio después de su desaparición, encontraron su cuerpo en el piso superior del abandonado Pabellón nº 20.
Esta zona se había utilizado para los pacientes con enfermedades infecciosas y llevaba cerrado varios años.Cuando el guarda de mantenimiento descubrió su cuerpo, éste estaba tendido en el suelo delante de una ventana y su ropa aparecía cuidadosamente doblada al lado suyo.
MARGARET SCHILLING: LA PACIENTE QUE ESCAPÓ DE UNA SALA
Al parecer, Margaret se encerró en esta sala, escondiéndose de los empleados del hospital.La causa oficial de la muerte fue insuficiencia cardíaca, probablemente debida al frío pues en esa sección del hospital no había calefacción.
Lo cierto es que su cuerpo dejó una mancha en el suelo, repetidas veces y bajo diferentes procedimientos se trató de borrar la mancha del suelo, pero fue en vano. Hoy todavía se puede ver la silueta en el suelo de la habitación. ¿Cómo explicar tal fenómeno? Algunos científicos afirman que cuando se muere y el cuerpo se derrumba sobre el suelo, especialmente en un lugar soleado, el cuerpo se descompone y los fluidos pueden escaparse e incrustarse en la tierra. Por tanto, es posible que algunos compuestos químicos del interior del cuerpo se filtraran en el suelo.
LA MARCA QUE DEJÓ MARGARET SCHILLING
Esa sería la explicación científica, pero para otros la explicación es más paranormal. Esta mancha indeleble a través de los años es la prueba irrefutable de que el alma de Margaret no encontró el descanso y que continúa vagando por The Ridges.
De hecho, tres años después de la muerte de Margaret, una estudiante creyó percibir la silueta y se aventuró en la habitación maldita. Su curiosidad iba a costarle caro. Una noche la estudiante se despertó y se encontró cara a cara con la silueta de esta mujer. Esta visión la aterrorizó enormemente y según cuentan, esta chica no fue capaz de hablar en días. Un semana más tarde de la aparición, la encontraron muerta en su habitación, ya que se había suicidado...
Una historia que sin duda nos hace pensar, ya que a día de hoy la habitación en la que falleció Margaret permanece completamente cerrada e inaccesible, si fuera simple superstición esto no sería necesario. Lo que está claro es que los sucesos ocurridos en este hospital fueron tan abominables que no sería de extrañar que algún alma como la de Margaret anduviese todavía vagando vengativa por esos parajes....
Esta entrada tiene mucho en común con la anterior. Son sorprendentes las historias que nos presentás, yo por lo menos las desconozco.
ResponderEliminarLo de Margaret es seguramente un mito, pero que sin dudas mete miedo.
Saludos.
Hola Raúl!! Mito o no lo cierto es que esta mujer existió y su marca sigue ahí y la habitación de su muerte cerrada a cal y canto... como tu dices la historia estremece bastante xq es información real y documentada!. Un besito y gracias x tu visita!!:-)
EliminarMuy buena la historia la verdad que te deja pensando las cosas que se abran practicado en ese lugar con esa gente, meten mas miedo los medicos que los pasientes da escalofrio el lugar xd saludos!!
ResponderEliminares muy impactante, esos médicos dan verdaderos escalofríos!!!
EliminarNo cabe duda que hay médicos tipo Frankenstein que les gusta practicar la medicina porque son sanguinarios
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